miércoles, 11 de mayo de 2016

FANFIC→ "Knots" — by SadLadyBug [3.6]

¡Hola a todos y bienvenidos al blog una vez más! 

Aquí os traigo una parte más del fanfic sobre Rin y Sesshomaru que espero que os guste. Es la penúltima... ¿cómo se solucionará todo?

Antes de continuar con la historia, quería comentaros que hace apenas una semana estrenamos una cuenta de twitter 100% dedicada al blog. Os recomendaría que nos siguierais si os interesa estar al tanto de las publicaciones que tenemos entre manos, de si habrá algún cambio en el día de postear ciertas cosas o si simplemente queréis hablar de cosas relacionadas con la temática del blog con nosotros. Estaremos encantados de teneros por ahí♥ 

Dicho esto, sigamos con el fanfic. ¡Allá vamos!


[←Capítulo 3.5]

Knots — by SadLadyBug

Capítulo 3.6

Él no responde, simplemente mantiene la mirada fija en el horizonte. Ella no puede evitar preguntarse cuánto van a tardar en llegar a su destino y cuál es ese destino, pero esos pensamientos no son urgentes. Al fin y al cabo no le importa, si están juntos. Ahora y por siempre. Como debería ser. Se acurruca un poco más en su brazo y cierra los ojos, adormeciéndose en la calidez del cuerpo del Lord.

Se despierta con un sobresalto al sentir cómo descienden rápidamente, y los músculos de él se tensan al posarse sobre el suelo suavemente. ¿Ya paraban? ¿Cuánto tiempo había dormido? No puede haber sido tanto tiempo; todavía es de noche. Y estaba segura de que él todavía no estaba cansado como para tener que parar. Algo no va bien. 

Sin titubear ni un segundo, él la deja en el suelo y se aleja unos pasos. La parte del cuerpo de la joven que había estado apretada contra el suyo reacciona a la ausencia de calor y se abraza a sí misma para protegerse del frío. Mira alrededor para intentar reconocer el lugar en el que se encuentran, y la respuesta acude a su mente. "... ¿El claro del bosque?"

A pesar de que la noche ha sumido el espacio en la sombra, es cierto que se encuentran en ese espacio que ella tanto adora. Las flores silvestres son escasas ahora que la estación está a punto de terminar, pero las enredaderas siguen verdes y trepan por los tocones de los árboles y los troncos más cercanos. Más allá de la linde del claro, la sombra se convierte en negra oscuridad, impidiéndole ver más allá. Sin el zumbido de los insectos y el brillo del sol, el claro se ha tornado siniestro, pero eso no quiere decir que haya dejado de ser bonito. Los recuerdos de su última visita afloran a la superficie, pero antes de que pueda recrearse en ellas, él habla.

"Dijiste que este era nuestro secreto. Nadie nos molestará aquí."

¿Molestar? ¿Qué iban a hacer que requiriera tanta privacidad? Si estuvieran en otra situación, la lista de mil-y-una cosas que le gustaría hacer con Sesshomaru habría aparecido al instante en su mente, pero no ahora. 

Duda. "No lo entiendo. Pensé que había dicho que nos íbamos."

"Y ahora, aquí estamos."

No le da más explicación que esa, y se queda mirándola en frío silencio. El corazón de ella se deprime. ¿Eso era todo? ¿Eso era todo lo que iba a decir?

"¿Qué estamos haciendo aquí, mi señor?"

"Tengo preguntas que requieren una respuesta."

Ella repite la frase, estupefacta. "Usted tiene... preguntas." Y ahí está, como si no estuvieran en mitad de la noche, como si no hubiera estado desaparecido durante meses, como si todo estuviera perfectamente. Pero no lo está. Ni de lejos. 

De pronto, la oscuridad y la distancia que los separa hacen aflorar todas las dudas que ella se ha estado guardando hasta ahora. Intenta tragárselas y hacerlas desaparecer, pero son corrosivas como el veneno, y debilitan su esperanza y agrían su humor. La decepción y la espera y la confusión explotan en una única y potente pregunta. Por parte de ella.

"¿Dónde ha estado, señor Sesshomaru?"

La pregunta queda en el aire, colgando entre ellos. Es algo que ella ya le preguntó muchas veces durante su infancia y juventud, pero nunca con tanta desesperación. Y hay algo más. El rastro de veneno en su voz la sorprende a ella y a él también, como demuestra el leve movimiento de su ceja. No se le había ocurrido antes, pero quizás una pequeña parte de su corazón estuviera enfadada con él. Enfadada de que a pesar de toda la dedicación y fe que ella había mostrado por él desde que se conocieron, la dejara de lado. Esa idea le resulta tan extraña que se queda desconcertada. Pensaba que cuando finalmente se reencontraran, ella estaría exultante de felicidad por verle, y una parte de ella lo está. Pero eso no borra los últimos meses llenos de agonía.

Se retuerce las manos, intentando corregir su tono. "Es que ha pasado mucho tiempo. Estaba empezando a pensar que ya no regresaría."

Él frunce el ceño. "¿Y por qué no iba a volver?"

La mirada de ella se fija en el suelo, a la hierba que pronto se secará y se volverá marrón. Porque no que quieres, suspira su mente. Porque Inuyasha tenía razón y te has olvidado de mí. Eso es lo que piensa en realidad, pero no se atreve a decirlo en voz alta. Además, si se hubiera olvidado de ella, no estaría allí ahora. Decide mentir un poco. "Porque la señora Kaede no se portó bien con usted en su última visita."

La nariz de él se alza en el aire. "Hm. Sesshomaru no se siente intimidado por el balbuceo de una anciana."

Su cambio a tercera persona y el cambio en su comportamiento le hace saber a Rin lo que necesita saber: lo ha insultado. Quizás esté confusa y triste y enfadada, pero ese pequeño brillo de esperanza persiste y no quiere hacerlo enfadar. "Por supuesto que no." Avanza un paso, dubitativa. "Lord Sesshomaru, sobre lo que dijo la señora Kaede..."

"¿Has estado bien, Rin?" Ella se detiene, confusa por el súbito cambio de tema en la conversación. Como una pequeña charla informal. Algo, definitivamente, no va bien. Está comenzando a plantearse de nuevo que está soñando, después de todo. Intenta mirarlo a los ojos para leer su expresión, pero él está girado, mirando fijamente algún punto más allá de los árboles. 

"...Um, he estado ocupada, supongo. Muchas heridas por trabajar en el campo y enfermedades por el cambio de estación."

Él no responde al instante; alza una mano y grácilmente aparta un mechón de pelo de su rostro y se lo coloca en el hombro. "¿Tu entrenamiento está progresando?"

"E-eso creo. La señora Kaede parece satisfecha."

Todo en la conversación es demasiado bizarro; no es posible que él la haya ido a buscar y se la haya llevado al claro en el bosque, a millas de distancia de la villa, para eso. 

La mano de él se queda ante su rostro y se mira las garras, desinteresadamente. "Imagino que no habrás tenido tiempo de hacer nuevos amigos, entonces."

En la superficie, las palabras por sí solas son inofensivas. Si hubieran venido de cualquier otra persona no habrían tenido esas consecuencias. Pero la postura en que las dice es demasiado, y hay un rastro de contención en su voz. Aparta la mirada de su garra para mirarla a ella, y la mirada que le lanza es afilada. Demasiado tarde, se da cuenta de por qué lo hace.

Se ha olvidado de quitarse la pulsera al meterse en la cama, y ahora siente su peso en la muñeca. Resiste el impulso de taparla con una mano.

Rin no sabe cómo, pero él lo sabe. 

Su primera reacción es avergonzarse, sentirse culpable por haberlo traicionado. Pero después la rabia crece dentro de ella, cálida e insistente. El brillo de esperanza se encoge y la rabia crece, ardiente en su pecho.

¿Eso era de lo que él quería hablar? ¿De su vida social? Bueno, pues no tiene ningún derecho a juzgarla.  Si hubiera querido estar con ella, ahí había estado Rin todo el tiempo, esperándolo. Suspirando. Pero no había ido a buscarla. Y no importaba cuánto hubiera fantaseado ella sobre su futuro juntos, porque en el presente no hay nada de traición en sus actos. De alguna forma, ese hecho es el más doloroso de todos.

Se siente engañada. Él le había hecho querer... No, eso no era cierto, ¿no? Él no le había hecho creer nada en absoluto. Y ella lo sabía. Él simplemente era un lienzo en blanco sobre el que ella había estado proyectando todos sus sueños y esperanzas durante años. ¿Por cuánto tiempo se había estado convenciendo de que podría entender al demonio, cuando en verdad simplemente había llenado los espacios en blanco con cosas que ella quería ver? Ya había tenido suficiente. 

La parte malvada de la muchacha ruge para salir a la superficie, esa parte que quiere castigarle por su ausencia, por hacerla sentir patética. Se yergue sobre sí misma. "De hecho, sí que he tenido. Es un joven que viene a la villa para intercambiar bienes. Es el hijo de un anciano de la villa vecina y un respetado miembro de su comunidad. Me visita regularmente y es muy simpático."

Y si sus palabras pretendían impresionarlo, fracasan espectacularmente. "Qué bien por él," responde. 

Bajo sus largas mangas, sus manos se convierten en puños. "No, qué bien por mí." Todo está saliendo de golpe y no tiene fuerzas para detenerse. "Es simpático y le gusta hablar conmigo, ¡y me trae pequeños regalos! Es una buena persona y me hace reír y..."

"Es especial para ti."

Las palabras, suaves y afirmativas, hieren algo en su subconsciente, pero su momento de rabia sigue ahí y no las tiene en cuenta. "¿Y qué pasaría si lo fuera?" Resopla, dispuesta a continuar hurgando. "Algunos piensan que me casaré con él."

Eso atrae su atención; sus ojos se ensombrecen por un instante. "¿Quién piensa eso?

La reacción de él alimenta la rabia de ella. "Oh, él me lo ha sugerido un par de veces, pero no es el único." Alza una mano para contar con los dedos. "Mis vecinos, la señora Kaede, Inuyasha..."

"Inuyasha" gruñe él, llevando su mano a la empuñadura de Bakusaiga.

Una escena graciosa que ella había imaginado pocas horas atrás con Hikaru, pero ahora no es graciosa en absoluto. Es exasperante. Golpea el suelo con un pie. "¡Esto no va por él!"

"¿No" Le responde él. "Cuéntame, ¿por quién va?"

"¡Va por ti!"




Yyyyyy hasta aquí por hoy. Recordad que la semana que viene se termina ya la historia, y las cosas parece que no van demasiado bien... ¿Qué ocurrirá?





3 comentarios:

  1. Claro Sesshoumaru, te la llevas lejos a un lugar secreto que solo ustedes dos conocen, nomas para preguntarle cómo le va y si por qué andando tan "ocupada", ha tenido tiempo de hacer "amiguitos". Se ve a leguas que te carcomen LOS CELOS!Pocos Fic son tan apegados a la personalidad de Sesshoumaru! LO AMO.

    Enserio, parecen dos niños peleando.

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    1. Lo siento,pero lo amo así de cínico, desvergonzado, engreído, orgulloso y celoso!

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    2. sí, la verdad es que LOS CELOS VAN A MATARLO! Ojalá estuviera yo ahí para pegarle un tortazo, ya le vale enfadarse con Rin por hablar con otros hombres, COMO SI NO FUERA ALGO NORMAL, y más cuando el maldito llevaba tanto sin ir a verla. ¿Qué esperaba?

      Ugh, ¡mañana ya publico la última parte! Espero que el final te guste ^^

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